jueves, 3 de julio de 2008

AÑO I NRO. 6


Unas palabras del Editor.




El vuelo del GUATINí, sale retrasado. El proceso de edición estuvo parado más de cinco días, por problemas del sistema computarizado. No cargaba blogger.com todos los textos e imagenes que se le enviaba. Ayer, tarde en la noche, desmonté todo lo editado y a cerca de la una de la mañana comencé de nuevo la edición. Edición que continué hoy dia 3 de junio, sin ninguna incidencia. Al fin sale de su nido Guatiní, no sin antes pedir disculpas a los lectores y colaboradores de esta edición.







O P I N I O N






LA CRITICA LITERARIA O LA PARANOIA DEL HUMOR

Por Ernesto R. del Valle


Hoy por hoy, resulta insultante la burla a un tuerto, hacer humor a costa de un ciego o de un tartamudo, la vida competitiva nos obliga a ser más profesional en cualquier esfera del arte al que nos dediquemos, pero mucho más a los que escogieron esta de hacer reír por lo difícil, lo seria y lo respetable que se ha convertido a través del tiempo.

En algunos medios de comunicación radial y televisivos hispanos de Miami, hay quienes piensan que el relajo, el uso de las malas palabras como soporte a un chiste, es tan necesario como el chiste mismo, todo porque hay programas que han hecho de esta malsana manera de hacer humor, algo cotidiano.Hay espacios de participación que alientan el nudismo con desfachatez extrema; otros, acentúan de manera cruda y avasallante el tema sexual con detalle y todo, mostrando manera chabacana, cursi y enfermiza, cuestiones íntimas entre parejas inculcando al oyente pasivo, que eso es humor en una sociedad democrática.No hay dudas de que, desde tiempos remotos, el humor en el mundo fue siempre dirigido hacia las malas costumbres, la chabacanería, la indolencia, el descaro de nuestros semejantes, también, por ejemplo, el cojo, el tuerto, el ciego, el mudo eran motivos de chistes. Es decir, se hacía humor a costa de la falta de cortesía, del mal vestir, de la vagancia, de la sinvergϋencería, de las incorrecciones genéticas, etc.Como podrá observar el lector, si está poniendo atención a lo que se plantea, el humor desde la época de los cromañones fue solamente eso, LA BURLA AL SEMEJANTE, virtud inherente sólo a los humanos.Me imagino que, quizás, el primer acto humorístico en la historia de la humanidad, lo realizaría aquel simio enorme, me refiero al tatarabuelo del cromagnon, que se partió la crisma al caer tratando de tomar una de las ramas del enorme árbol que era el medio de transporte más moderno que existiría por entonces.


También me imagino aquellos gritos desaforados que habrían dado sus congéneres cuando vieron aquello. ¿Y qué me dicen del gago primitivo tratando de explicar el hallazgo de caza en el valle vecino? ¿Y del pobre cojo tratando de atrapar a un bebé dinosaurio para su desayuno? ¿O del pobre mudo enamorando a la cromagnona? Quizás fue uno de ellos quien dio el primer garrotazo como símbolo de hambre sexual al ver que la dama no lo entendía e impuso esta costumbre entre la manada.

Recuerdo, por mis estudios, que en la época medieval, las mujeres eran sometidas a las más ultrajantes torturas. No hablo de los férreos corsets que les hacían perder la respiración, ni de los aros de metal en que enjaulaban sus hermosas curvas, sino a aquellos cinturones de castidad que guardaban al señor la fidelidad de su esposa mientras él andaba por esos condados, marquesados y ducados, follando con cuantas mujeres se les metiera por medio.
A propósito, aquí les va este cuento que era la delicia de nuestro profesor de Historia
Universal en nuestra etapa de estudiantes.

“Cuentan que un Duque, al salir en una de aquellas campañas, le coloca a su esposa el cinturón de castidad y le hace entrega a su fiel mayordomo de la llave del mismo. Con esta confianza en el corazón y las armas en ristre, salió el caballero por el polvoriento camino con sus docenas de soldados, pero a la media hora de trayecto le avisan desde la retaguardia, que se acerca un jinete a galope tendido. La caballería se detiene bajo el inclemente sol y, sudando a chorros debajo de aquellas vestimentas y corazas, esperan a que se acerque quien no era más que el mayordomo con un brazo en alto y en su extremo, abrillantada por el sol, la llave
dejada en custodia.Ya, a escasos metros, se escucha la voz firme del mayordomo:-¡Señor Duque, usted se ha equivocado, esta no es la llave del cinturón de su señora!.”

Recuerdo que en mi juventud, vestir un pantalón a cuadros era un delito de lesa falta de gusto lo cual se pagaba con las mayores de las burlas y las risotadas más estridentes, pero además, al que se le ocurriera combinar dicho pantalón con una camisa a rayas o cuadros, ¡je!, entonces era cuando.

De cualquier lado surgía aquello de ¡ESTAS TREPA’O! ¡TE VA A COGER LA POLICIA!, etc.Lo que demuestra que la moda, en la época que sea, venga del país que venga o la diseñe quien la diseñe ha marcado un hito en la historia del humorismo a escala universal.(Recuerden aquellos sombreros que utilizaban nuestras abuelas y abuelos en su juventud.)

El humor se ha vuelto mucho más profesional, hay que tener INGENIO para hacer reír y hay ejemplo de ello. Recuerdo las escapadas que se daba del libreto

Enrique Arredondo, nuestro siempre querido Bernabé, o las trapisondas de Leopoldo Fernández en sus personajes clásicos e inolvidables de Pototo o Tres Patines. En República Dominicana, Beras Goico y Luisito Martí, enmarcan la excelencia, el respeto y la maestría para hacer reír.
Espero que algún día nuestros escritores y productores hispanos de programas de humor, tanto de radio como de televisión dejen a un lado toda esta parafernalia, que lejos de demostrar destreza humorística, evidencia cortedad de ideas y poca o ninguna aptitud natural (léase, TALENTO) para estos tipos de libretos.



◄►►◄◄►



Los poetas: guardianes de la llama




Liliana Marta Rodríguez nació en La Habana, Cuba, en plena II Guerra Mundial. Huérfana de padre a los 13 años, alterna sus estudios de contabilidad con los de Secretariado, que paga con trabajo en la misma Academia. Al cuarto año del triunfo revolucionario en la Isla emigra a Venezuela, En 1967 comienza a escribir sus primeros versos, tanto en inglés como en castellano,. En el 2000, Lily comienza a canalizar sus intereses literarios a través del internet, formando parte de varios foros.
Tiene varios proyectos en preparación, entre ellos, un decimario satírico y un CD con algunas de sus canciones y poemas musicalizados.
AVE VIAJERA en Colombia, le edita en 2007, su poemario POZO DEL AGUA CLARA.
En 1990 se traslada a Miami, Florida, donde reside actualmente.

AQUI EN LA SOLEDAD
Aquí en la soledad de mi camino
recuerdo los amores del pasado
ninguno fue mentor de mi destino
y el tiempo lo borró o lo he olvidado
Las luces que prendió mi fantasía
se fueron apagando con el viento
y fue mi transitar melancolía
hasta que oí tu voz como un lamento
Volví a recomponer rota quimera
con cinta de color rojo subido
tus manos me sembraron primavera
en tierra donde nadie había vivido
entonces vi que mi alma estuvo fuera
de un cuerpo que al amor no había nacido





◄◄►►







MARÍA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ Española y andaluza nacida en Almería y educada en Úbeda donde reside, trabaja y escribe. Decoradora, escritora, poeta y articulista. Estudió composición, armonía y piano con su padre, notable músico y compositor. Tiene publicados cuatro poemarios: Notas Íntimas, Júbilo, pasión y gloria, Desde mi orilla, y Pintar palabras. En prosa Doce Relatos breves y Comentarios sobre rincones de Úbeda. En literatura infantil Retablo de Navidad y el libro didáctico Canciones infantiles con música de su autoría en ambas obras. En preparación para imprenta un nuevo poemario Sé libre y un libro de relatos.. Figura en varias antologías de ámbito nacional y es colaboradora en revistas nacionales e internacionales. Ha impartido charlas literarias en centros docentes, pronunciado varios pregones e intervenido en diversos recitales poéticos. Cuenta con varios premios literarios.



LLÉVAME A MACHU PICCHU




Llévame de tu mano hasta la cumbre
y amaremos los verdes ancestrales
de las tibias mesetas escoltadas
por los colosos pétreos, amarillos,
celosos guardadores de silencios.


Llévame de tu mano hasta el abismo
y veremos brillar, en la hondonada,
los dorados rebaños de vicuñas
que salpican los verdes claroscuros
como gemas prendidas en la hierba.


Llévame de tu mano por las sendas
marcadas por la huella de granito
de aquel inca, que fue música y barro;
que voló como el cóndor hasta el cenit
y dijo su canción de tierra y agua.


Llévame de tu mano por los bosques
que trepan las alturas persiguiendo,
con lentitud de tiempo extenuado,
los rumores de vuelos que escaparon
de los altivos sueños de los dioses


Allá en la suave cima nos espera
una canción de brumas y de estrellas.



♫♪♫♪♫♪





ERNESTO R. del VALLE. Camaguey, Cuba. Profesor de Literatura y Eduacación Artística. Poeta y narrador. Es el Fundador y Editor de esta Revista. Fundador en su provincia, de la Brigada HNOS SAIZ, en 1964. Ha obtenido primeros premios en concursos nacionales de Poesía y ha sido Jurado en los encuentros de Literatura para adultos e infantil en los encuentros Provinciales de los Talleres Literarios. Ha publicado en Comorán y Delfín, Argentina; en España Republicana, España; El Caimán Barbudo y Revolución y Cultura, Cuba. Viajó a República Dominicana en 1998 donde residió durante cuatro años, publicando sus cuentos en el Tabloide Dominical, ENFOQUES, del desaparecido diario EL SIGLO. Ha aparecido en varias antologías en su país natal. Reside en Miami desde el 2003.




ME CRISPAN LAS CRUCES




Me crispan las cruces en los pechos
de gente que majan su amargura
en podios impropios de tristura,
húmedos del óleo de los lechos.

Me importuna el ego maldiciente
del ‘yo’ acobardado y sin decoro
que inclina su frente ante el oro,
mas digo por dentro –‘pobre gente’-

Esa gente sin luz propia yacen
en la Torre de Marfil, perdidas.
No tienen entradas ni salidas,

tratan al de al lado como insectos,
y ¡por dios! que todos sus defectos
mentira y dinero lo disfracen.





◄►◄►◄►




Amelia Arellano
Nació y vive en San Luis. República Argentina
Psicóloga clínica y Psicóloga Social. Ex Docente en la Escuela de Psicología social. Socia fundadora del Movimiento Artístico y Cultural “Poetas del Exilio”
Se identifica con los movimientos de reivindicación de la cultura popular y la lucha de género
Ha recibido premios nacionales e internacionales en los géneros narrativa y poesía.
Ha editado: narrativa, cuentos para niños, poesía, ensayos e investigaciones sobre temas históricos, el hilo conductor siempre ha sido la Identidad.
arellano.amelia@yahoo.com.ar


SE HAN ABIERTO LAS BARRANCAS DE LA NOCHE


Se han abierto las barrancas de la noche.
Los muertos han llegado
Silenciosamente, así como han partido
.
Está la repudiada por su sexo, con su boca pintada.
Esta el hombre estallado en el espejo del amor.
Está el niño que no llegó a la lluvia.
Esta la adolescente pálida ahorcada con sus trenzas azules.
Está la bestia, aun sin rostro.
Está el preceptor de primer grado con su índice erecto y su pene flácido
Está el hombre que murió en defensa propia.
Están los muertos ilustres envueltos en banderas.
Están los muertos sin nombre.
Están los “muertos de mierda” y la mierda de los muertos.
Está el condenado por los dioses arrojado al Río de la Plata.
Están erguidas las ratas militantes de la peste negra.
Está Medea y los hijos de Medea.
Está el hombre de las cuencas vacías.
Está la infamia anónima escondida tras pétalos de lepra
Está Magdalena enamorada eterna del eterno hombre.
Está María con mirada cándida y piernas varicosas.
Está el padre del padre de la madre con su espada rota.
Está el poeta condenado a la muerte y la vida de la rosa.
Están deudos y deudores de la fetidez globalizada.
Está el hombre de sombrero bizarro.
Está el labriego con las callosas manos mutiladas
Esta la dueña de los pantanos invisibles
Está el vate, al borde, de la generación muerta.
Están todos. Ninguno falta.



◄☼►◄☼►

Raquel Jodorowsky Chile, 1927 Nació en Iquique y cuenta la leyenda que aprendió a escribir antes de aprender a escribir y a leer. También cuentan que tiene como oficio la poesía, la pintura y ha conversado con lagartos, arañas y perros bravos. que a los once años descubrió los árboles y al ver al primero, dice ella misma que lo saludó creyéndolo un señor. También es cierto que tiene trece libros escritos, un hijo y un gato. Cree firmemente en el hombre y en el arte. Este es el resultado de ese encuentro. Que, según sus propias palabras, es su pensamiento “dirigido al corazón de los jóvenes poetas de Argentina, guardianes de la llama de la poesía.” Que ha publicado, entre otros, los poemarios: Dimensión de los días (1950), Aposento y Época (1952), El sentido inverso (1962), Mi casa abrakadabra (1970), 3 millones de años luz o el diario de una costurera (1972), Revelaciones de Alcindor (1983), Chan-Chan, maga lunar & Nazca nacer (1992), y el libro de cuentos Cuentos para cerebros detenidos (1974). Ha vivido gran parte de su vida en el Perú.
Esta mujer extraordinaria, me envía uno de sus últimos poemas, con esta introducción:





” .....una colaboración especial a la revista GUATINI con mucho afecto a su editor ERNESTO R. del VALLE."




EN LA CASA DE LA VIDA

En la casa de la vida estamos
contando el tiemp
en forma de cabellera o calendario
o brazo golpeado que emana luz.
Pasado, Presente, Futuro
siempre sigue tu sonrisa
de escritura continuada
mirándome en otros ojos
y me asaltan.

En la casa del misterio sin respuesta
vivimos flotando en pedazos de piel
ASI es el hombre de poderosa continuidad
con sus encantamientos pronunciados
donde no oculta los delitos
y compara sus perfiles
mientras enseña los manejos del alma.

Y ,sin embargo, entre todas
las conspiraciones de la humanidad
es imposible olvidar
la fuerza ondulatoria
de un invisible beso tuyo
que en la Alianza Final me amarra
con esta sagrada aventura de la vida
Sea como sea......




◄♪►◄♪►






Aquí nos llega, desde la punta de una rima, Ricardo Sánchez Rivera (Mariel, Cuba, 1923)
Este magnífico repentista campesino, que hace de la décima espontánea su manera de decir, fue director de un grupo campesino en la Delegación Provincial de Cultura de Pinar del Río. Ha ganado premios en encuentros de decimistas y a sido a la vez Jurado de Concursos de ese género.
Tuve la oportunidad de hacerle una entrevista la cual fue publicada en la Revista AVE VIAJERA, Colombia. http://www.amerilatina.pages.web.com/id288.html
Reside en Miami, FL.




1
Yo soy un enamorado
de todas las cosas bellas
y sueño con las estrellas
cuando no estoy a su lado.
Yo tengo un lugar sagrado
donde penas quedarán
y los ángeles vendrán
a bendecir mis rigores.
Yo soy el que siembra flores
sobre de un hierro y sedan.




2
Ninguna voz llega al alma
de Cuba como tu voz,
cortante como la hoz,
guajira como la palma.
En esas noches de calma
afiebrada por Vulcano,
tu voz sale por el guano
volando como si fuera
un pájaro que le huyera


a la jaula del verano






◄♫►◄♫►



Legna Rodríguez Iglesias. Camaguey, CUBA. [1984] Especialista en Dirección de Teatro.Esta joven de 23 años, es miembro de la Unión de Escritores y Artista de Cuba [UNEAC] y de la Asociación 'Hnos Saíz' [AHZ] Bibliografía activa.Instalando me [Poesía] Editorial Ácana, Camagüey, 2005.La huella infidente y algún sobresalto [Antología de cuentos de autores camagüeyanos] Editorial Ácana. Zapatos para no volver[Poesía] Ediciones Ávila, Ciego de Ávila, 2004.Arroz con Mango [Poesía para niños] . Editorial Ácana, Camagüey, 2002Querida Lluvia [Poesía]. Editorial Ácana, Camagüey, 2002Ha obtenidos premios en concursos nacionales y de su provincia resultó finalista en el Concurso Internacional CASA DE LAS AMERICAS con su novela infantil El mundo de Laura propuesta para ser publicada en Colombia.
http://poesimistas.blogcindario.com/2007/12/00379-legna-y-los-zapatos-del-regreso.html




JUANA DE ARCO



Sé hoy precisamente
que he nacido para ser un guerrero
aunque venga una ola de salitre
lubricante reflejo de la infancia
he nacido por última vez
sin mis zapatos de tacón de siempre
volteo la mirada como una reverencia
dónde están mi espada y mi armadura
sé hoy precisamente
que he muerto para ser un guerrero
nazco sobre el cuerpo de dos hombres
que se mueren después de la trompeta
soy un conjunto de músculos enfermos
dispuestos a romperse en la batalla
le temo a mis escombros y a mi orine
y a mi muerte nacida en dos pedazos
.
De 'Zapatos para no volver' Edit. ACANA, Cuba. [2004]




E N T R E V I S T A






Alejandro González Bermúdez: Entre el amor y la muerte, siempre el tiempo



Pedro de la Hoz (Cuba)


Cuando me enfrenté por primera vez a los versos de Alejandro González Bermúdez (Camagüey, 1964), advertí la actitud reflexiva de un poeta en el cual se intuía una temprana madurez y, a la vez, las huellas de una lucha tenaz por el dominio de los medios expresivos del idioma. En la última década, se ha hecho notar no solo por los premios que han contribuido a señalarlo entre las vo­ces emergentes de la lírica insular, sino por la propia sustancia que nutre sus poemarios Como un delfín después de la acrobacia (Ediciones Ácana, 1997), Fábulas del tiempo y la memoria (Ediciones Holguín, 2000), Confesiones del es­pejo (Ediciones Ávila, 2000), Toda la verdad del tiempo (Ediciones Ácana, 2001) y Cuadernos del Es­criba (Ediciones Santiago, 2005). También a él se debe la selección Poesía camagüeyana (Ediciones Ácana, 2003). Ante tal actividad resulta pertinente acercarnos, mediante su propia voz, a su trayectoria y sus preocupaciones literarias.
A los lectores les gustaría sa­ber cómo fue tu iniciación en la poesía.



AGB: Yo empecé a escribir, a intentarlo, a descubrir que tenía esa necesidad, más o menos a los nueve o diez años. Por aquella época —eran los años 70—, se publicaba en la última página del semanario Pionero una historieta de ciencia ficción de un autor ruso, una novela que se llamaba Plutonia, creo que muy poca gente la recuerda, pero yo la disfruté tanto y me impresionó de tal modo que terminé su lectura y, como un loco, comencé a escribir una historia casi idéntica; como te darás cuenta la estaba plagiando de punta a cabo, inconscientemente, claro, pero escribí muchísimo y, llegado el momento del desenlace, después que enredé a los personajes en una can­tidad de conflictos enormes, no supe cómo sacarlos de aquellos rollos y la «novela» se quedó allí. Unos años después fue a parar ya sabes adónde. La poesía vino después, cuando terminaba la Secundaria y luego, un poco más en serio, en el Preuniversitario, y cuando ingreso al MININT en 1984 y participo en mi primer concurso literario. La sorpresa del premio me vinculó desde ese entonces a los talleres literarios. Allí empecé a ver la literatura de otro modo, como lo que es. Fue una época en la que siempre hablaba de mu­chachas y muchachas y muchachas… y ya no pude dejar de escribir poesía.



En una zona de tu creación, se percibe una preocupación por el paso y el peso del tiempo. ¿Se trata de una obsesión conscientemente interiorizada o de algo dictado por las circunstancias?




AGB: Yo te diría que la recurrencia al significado del tiempo como tema o espacio existencial en mi poesía no es casuística. Yo me divertí mucho con una frase de Monterroso que más o menos decía: «Solo existen tres temas en literatura: el amor, la muerte y las moscas.» Si revisas cada uno de mis textos encontrarás per­man­entemente el tema del amor y la muerte, (no dudo que las moscas sean importantes pero no me ha dado por escribir de ellas todavía). Pues bien, entre el amor y la muerte escribo, de ellas me nu­tro, me alimento, me apasiono o de­cepciono, todo eso a su vez está en este espacio infinito que es el tiempo.



¿Puede hablarse de una apreciación de la poesía entre los más jóvenes lectores?



AGB:Yo creo que los jóvenes, se­gún la edad y sus propios intereses, disfrutan la poesía, a pesar de ser un género que no se vende co­mo otros, la narrativa, por ejemplo, o la literatura para niños. La gi­ra nacional La Estrella de Cuba me demostró que en un lugar co­mo una universidad a los jóvenes sí les interesa la poesía, intercambiar con sus autores, conocerlos de cerca, que les firmes un libro o sencillamente una libreta o un pe­dazo de papel. El lector habitual de poesía la seguirá buscando donde quiera que esté, esa persona también necesita co­municarse, preguntarse, hallar respuestas, sa­ber qué y cómo piensa su semejante, porque cuando el ar­te es original y digno siempre será bien apreciado.




N A R R A T I V A




TANIA ALEGRIA (Marien), (Brasil)


Desde Portugal nos llega nuestra siempre querida y reluciente MARIEN. Nació en Brasil y vive actualmente en Portugal. Es licenciada en Derecho y en Ciencias Sociales y cursó pos-grado en Ciencias Sociales y Políticas. Desarrolló su carrera profesional en el sector de los transportes marítimos hasta el año 2002, altura en que pasó a dedicarse al aprendizaje en forma auto didacta de la lengua y literatura de habla hispana.
Nos envía este cuento en el cual, la violencia doméstica asume la crueldad de su personaje (mujer, ama de casa). Marien muestra la desgarradora vivencia de la mayoría de las mujeres en gran parte de este mundo con un cierre de la trama que nos hace pensar dos veces en el por qué de esta anormalidad social.
En 2002 creó el foro poético y literario virtual Sala de Escritores, que administra hasta el presente.
http://saladeescritores.foroactivo.com/index.htm



ALGÚN DÍA



Y no te callas, Oscar, y no te callas. Algún día dejaré de escucharte, no sé cómo, no sé cuándo, pero algún día no te escucharé más. Si no fuese a causa de la lavadora sería por cualquiera otro motivo, dices que estropeo todo lo que toco pero a ti no te interesa saber que la lavadora lleva años trabajando todos los días, no vas a perder la oportunidad de decirme torpe e imbécil. No te callas, Oscar, y yo estoy muy cansada después de todo el día trabajando, los niños tan revoltosos, tú con toda esa rabia, y aún me toca hacer la cena. Y tú insistes en que no soportas mi dejadez. Conozco tan bien tus furias, Oscar. Es siempre lo mismo. Ya lo veía venir. Me acusas de que no conseguiste el ascenso por mi culpa, de que si tuvieras una casa presentable y una mujer capaz podrías invitar al jefe a venir a casa, y ofrecerle una cena, pero no, con una mujer como yo, ¿cómo podrías hacerlo? Lo peor es que te enfureces cada vez más a medida que gritas conmigo. Si al menos me dejaras sola en la cocina, fritando las malditas patatas, si al menos aquí yo pudiese tener un poco de paz o silencio. Pero no, Oscar, tienes que cumplir el rito completo, del insulto al puñetazo. No sé cómo ni cuándo dejaré de escucharte, Oscar, pero sé que algún día pasará. Ya imaginé tantos modos de cómo acabar con esto, de cómo acabar con todo, pero después pienso en los niños, cuando no me tengas a mí para insultar y abofetear te volverás en contra ellos, descargarás en ellos tus frustraciones, tus iras, tu violencia descontrolada. No puedo más Oscar, no podré aguantar mucho más tiempo esta puñetera vida. Algún día esto tiene que acabar. Ahora me atormentas a causa del coche que no puedes comprar, de lo que sería tu vida si no te hubieras casado conmigo. Me callo, Oscar, porque es peor cuando te respondo. Sólo deseas que te conteste para pegarme. Algún día dejarás de hacerlo, Oscar, no sé cómo, no sé cuándo, pero algún día será. Me da vergüenza cuando salgo al pasaje y las vecinas me miran, todas las noches escuchan como me gritas, como me insultas, y saben que me pegas. Y los niños tienen miedo, tapan sus cabecitas con la ropa de cama cuando en la noche están acostados y te oyen gritar. Y ahora qué, Oscar, también soy culpable de que la casa necesita pintura, de que tus pantalones están mal planchados, y ahora qué, Oscar, ¿cuándo vas a callarte? ¿Cuándo tendré fuerzas para acabar con esto, para dejar de escucharte para siempre? Algún día no estaré aquí, Oscar, ya no debería estar. Hay tantas maneras de huir, el gas, el veneno, los raíles del tren. Algún día, Oscar. Si no fuera por los niños… Ya te acercas y gritas cada vez más fuerte. No descansas hasta que no me das una bofetada. Ahora me dices ramera y ya no me callo: ¡ramera es tu madre! Grito para apurar el puñetazo que siempre llegará, más tarde o más temprano, aprendí que mejor si más temprano. Era lo que querías. Vienes hacía mí con aquella mirada que conozco tan bien, el aliento de animal, la fuerza concentrándose en el brazo con que habrás de golpearme. ¡Ramera es tu madre! Vuelvo a gritarte. Y te acercas más. Mejor así, después de pegarme te irás al cafetín emborracharte y lastimarte de la puta vida, y yo terminaré de freír las patatas y daré la comida a los niños y me echaré en la cama para llorar con la boca enterrada en la almohada porque no me escuchen. ¿Hasta cuándo, Oscar? Te miro con rabia de ti y con pena de mí, los brazos caídos, la garganta seca. Ahora me dices puta. ¡Puta es tu madre! Consigo gritar y giro la cara para esquivar el golpe, cierro los ojos y empiezo a levantar la mano para proteger el rostro, pero el golpe tarda, el golpe no viene, abro los ojos y de repente veo. Veo y comprendo. En una fracción de segundo tu mirada aterrada baja de mi cara a mi brazo, de mi brazo a mi mano, de mi mano al mango de la sartén, del mango del sartén al aceite hirviendo. No lo había pensado, Oscar, pero ahora lo veo en tus ojos: hoy es el día.








De la periodista cubana residente en Rep. Dominicana, Li Misol Rodríguez traemos la siguiente narración titulada…



EL DIARIO DE CARLA



Jaime estaba casi seguro de que Carla se estaba acostando con otro. Podía olerlo en el aire, y no era paranoia. Algunas veces hasta se imaginaba los encuentros, a escondidas en lugares inverosímiles, todo con el mayor cuidado para hacerlo pasar fríamente por estúpido. Pensando aquello se consideraba un cornudo de los mas viles, de los que se imaginan que son engañados pero que no tienen agallas para responder como un hombre de verdad
Carla salía por las tardes hacia la universidad, perfumada y con blusas de flores compradas por él en la tienda mas respetable de todo el vecindario. Si no hubiese amado tanto a aquella chiquilla las cosas de seguro serian diferentes. La habría puesto contra la pared, y con un interrogatorio humillante y cruel tendría que escupirlo todo. Pero no podía hacerlo; desde el instante en que se la encontró en un parque luego de la función de teatro que estaba dirigiendo en un colegio cercano, supo que estaba total y enteramente enamorado. Nunca es bueno que una mujer sepa que te tiene en sus manos. Después te sientes tan acorralado como un ratón de laboratorio en una jaulilla apretada.
Ella siempre llegaba tarde con excusas estúpidas. Jaime la miraba con aire de incredulidad y luego le daba un beso en la mejilla. No había como probarlo. Hasta entonces, todo bienUna tarde especifica Carla salió especialmente hermosa del apartamento del centro que ambos compartían. Jaime se turbó. Pensó que quizás debía agotar el recurso mas simple y popular de los pobres maridos engañados: seguir a la culpable sin perderle la pista. Jaime estaba demasiado intrigado como para pensar en la ridiculez de la acción que estaba a punto de cometer y salió dispuesto a arreglar todo de una vez: o entendería que Carla le era completamente fiel y dejaría de preocuparse, o la atraparía in fraganti con otro hombre
La alcanzo con disimulo unas calles hacia el sur. La mujer caminaba aprisa, como si se le hiciera tarde para una cita importante. Jaime la seguía a prudente distancia y con disimulo, casi avergonzado.
Carla se detuvo frente a la puerta de la universidad, miro la hora y entro para llegar a tiempo a su clase de las seis. Jaime boquiabierto sonreía aliviado y recupero la confianza que había perdido. Sintió como se le liberaba el pecho, se le normalizaba la respiración y le volvía el color al rostro. Ella si lo amaba. Solo estaba asistiendo a clases y no había definitivamente nada mas. Se pregunto una y mil veces en el camino de regreso como había podido ser tan tonto y decidió encender de nuevo la llama del amor que llevaba algunos días flaqueando por sus dudas infundadas.
Carla llegaría a las nueve en punto. Jaime pensó que tenia tres horas para preparar algo especial para su mujer. Una cena seria ideal. Velas, rosas, vino, ella lo merecía todo. Era definitivamente la chica de sus sueños hecha realidad. En cuestión de una hora y media todo estuvo listo, y Jaime fue a la alacena vieja a buscar un vino que había dejado allí las navidades anteriores; trepo una escalerilla para llegar al gabinete mas alto y ahí además del vino, algo mas llamó se atención. Un cuaderno escolar estaba escondido en la parte lateral del gabinete, y en la portada decía con letras escritas en color:
DIARIO
Jaime ni siquiera sabia que Carla llevara un diario. Ella jamás lo mencionó, jamás la vio escribir en él o escabullirse para buscarlo. ¿Cómo era posible aquello? ¿Qué podía contener aquel cuaderno tan secreto, que el no sabia siquiera de su existencia en la casa? No sabia si abrirlo. Sintió que le sudaban las manos. Aquello era una violación a la privacidad que merecía su novia, pero recordó la desconsideración de ella al no mencionar la existencia de su diario, así que decidió abrirlo y leer un poco. Quizás no diga nada, a lo mejor solo contiene nuestra historia juntos, y alguna que otra cursilería de esas que las mujeres adoran No lo pensó mas. Bajó de la escalerilla con el vino y el diario, lo abrió en una de las paginas centrales y para su sorpresa leyó lo siguiente



Querido Diario



"Jaime ni siquiera se sospecha que me estoy viendo con Ricardo, el gerente del supermercado de la esquina. Es mejor así, porque no quiero herirlo, él nunca ha sido malo conmigo. Ricardo es tan bueno en la cama que a veces hasta me da miedo pensar que podría enamorarme de él. Tenemos el mejor sexo que alguien pudiera imaginarse, a veces solo tiene que tocarme para que me vuelva loca. Jaime no es así. El pobre cree que soy una estúpida que quiere casarse con el.
Debería dejar de ser tan cursi conmigo y aprender a ser mas hombre. Un hombre de verdad, como Ricardo"


Aquellas apenas eran algunas líneas, ojeando Jaime encontró muchas otras cosas, pero con el corazón en un vuelco y la respiración entrecortada no quiso saber nada mas. Despacio tomo un maletín y comenzó a llenarlo sin pensar en nada, sin reproches inútiles, sin furias ni resentimientos. Una vez que sus cosas estuvieron empacadas salió por la puerta sin mirar atrás, dispuesto a irse lo mas lejos posible, no importaba a donde, cualquier lugar seria propicio para tragarse las lagrimas y tratar de enmendar a duras penas, un corazón hecho añicos dentro del pecho


◄☼►◄☼►


ANA ROMEO MADERO es de Buenos Aires, Argentina. Fue asesora literaria, durante diez años, del Municipio de Almirante Brown (Buenos Aires) en la Subsecretaría de Cultura. Escribió guiones para Radio Provincia de La Plata ( Pcia. de Bs. As.) y FM. 92.5 Radio Cultura de Ezeiza (Pcia. de Bs. As) Estudió Técnicas de Guión con el Director Cinematográfico José Martínez Suárez y en el C.A.Y.C. (Centro de Arte y Comunicación de Capital Federal)
Ana nos regala este relato donde la inocencia toca los más hondos sentimientos de una cristiana que no se sensibiliza ante la miseria y al final espera que sí, que dios sea argentino para que termine de una vez con estos niños recogedores de basura que le están ensuciando ‘su vereda’

UN DOMINGO MAS


Apenas después del amanecer, oí el característico ruido del carrito de los ropavejeros. Siempre tiran la basura que les sobra encima de la vereda, justo donde se curva el paredón que rodea mi casa para hacer lugar a la entrada del portón de la cochera, es así que en ese escondido recodo se mezcla todo tipo de desechos de vaya a saber qué casas del barrio o de otros pueblos vecinos. Resultaría utópico pretender que el barrendero se ocupe de recoger la más mínima porquería, usualmente, al finalizar el día, la vereda se convierte en un basural privado. Me dirigí con furia hacia el portón, entreabrí una ventana dispuesta a pelear, y los vi. No sé si era más viejo el caballo o el carro ; ahí, divirtiéndose, tres chicos, tres “cabecitas negras” muy parecidos entre sí, los más pequeños de aproximadamente cinco y seis años sentados dentro, y en el pescante otro de once o doce. Escuché que a éste le decían papá ; los más chicos llamaban papá a quien era seguramente el mayor de los hermanos, al menos de los que aquí estaban, y tan entretenidos en sus cosas no se fijaron en que yo había entornado la ventana y los estaba viendo ¡con medio carro metido sobre la entrada ! Parecían entusiasmarse cada vez más con alguna cosa contenida en una larga bolsa para basura, tipo “consorcio”. “Che, Nacho, sacame el codo del estómago... ¡así no me puedo mover !” El demandante, el que aparenta cinco años se lo pide a gritos al “padre”. “Ya está, Negrito, pero primero dejame revisar que esto está muy bueno. ¡Estos locos !... no sé si habrá sido una sirvienta o si la patrona le dijo que tire todo a la basura, pero nos viene fenómeno. ¡Mirá, Negrito, mirá como brilla todo !” Además de mirarlos empecé a seguir con atención todo lo que decían. “Papá, dejame buscar algo a mí”...vos siempre te quedás con lo mejor.” Quien ahora acusa zalamero es quien tendrá unos seis y en sus ojos, imprevisiblemente celestes, hay chispas de curiosidad y deseo. “Pero no, Manuel, Manolito, si sabés que nunca les escondo nada, ¿o sí ?” Nacho mira al hermano con ternura mientras Manuel mete un brazo sucio y flaco para hurgar en la bolsa. Saca con aire triunfal unas maracas, un montón de pitos, una armónica y una trompeta ; todo es de plástico colorinchero y brillante. Echa el cotillón en el piso del carro y se queda con la trompeta dorada, la mira con embeleso, la observa ; tiembla entre sus manos paspadas por el frío, coloradas como su cara. Se la lleva a la boca y sin animarse a soplar le hace un gesto cómplice al Negrito, mira hacia todos lados y apurándose la guarda debajo de su camisa, tan chica que deja su oscura barriga al aire. Pienso en el frío, en la escarcha de esta mañana, en el viento, desatado justo cuando se empieza a levantar la helada y la térmica andará por debajo de los tres o cuatro grados. Siento mi piel tan erizada como estará la de ellos tres. Pero no quiero idiotas sentimentalismos y mucho menos conmoverme, ellos... ¡ellos, ensucian "mi" vereda ! “¡Dale, Manuel, alcanzame los chiches que tiraste en el fondo !”. Manuel rebusca entre los cachivaches y entrega, solemne, armónica pitos y maracas al Negrito, quien recibe tanto chiche con los ojos brillantes ; la trompeta, no. A todo esto “el padre” se ha calzado una máscara plateada que le cubre totalmente la cara. De golpe, se da vuelta y les grita “¡soy marciaaanooo!” Le responde un disonante coro de maracas y pitos mezclado con risas nerviosas. Manuel, con aires de arrepentimiento, rinde la trompeta al “padre” ; será porque era su mejor trofeo. Las risas ya son una catarata de carcajadas estridentes.
¡Esto ya es demasiado !, después de escuchar unas noticias por radio que desalientan al más crédulo ciudadano argentino ¡tener que ver y oír tanta pavada ! Cierro con bronca la ventana al tiempo que les escucho chillarme : “eh, doña, no se enoje... ¡Dios es argentino !...” “¿no sabe que hoy es el Día del Niño ?...” “¿en qué país vive ?... “ Oigo los cascos del caballo dándole la vuelta a la esquina. Corro, atravieso mi jardín y espío desde la puerta de entrada : allá va el carro y en el pescante Nacho, con su máscara plateada y tocando esa trompeta que me suena a juicio final. El sol recién nacido los envuelve. Argentino, ¿Dios ? Yo, por ahora, también. Tengo que apurarme y llegar a misa de 9. Ojalá tengan razón.


Domingo 12 de agosto, 2001 ; Argentina (Conurbano Bonaerense).



REVISTA GUATINí




PARA ACERCARTE AL ARTE Y LA LITERATURA

No hay comentarios: